Autora: Alicia Mª González Céspedes.
Investigadora de la Estación Experimental Cajamar. Fundación Cajamar.
Uno de los objetivos del proyecto HORT-OBSER-TIC (Observatorio Andaluz de Bioeconomía en la industria agroalimentaria) es analizar y medir el impacto y los progresos de la bioeconomía en Andalucía. Inicialmente se va a centrar en el sector hortofrutícola andaluz, por ser este de gran importancia en la economía andaluza, para posteriormente hacerlo extensible a todos los sectores andaluces que realicen economía circular, y apoyar así a la Estrategia Andaluza de Bioeconomía.
La bioeconomía representa una alternativa viable para encaminar las actuales economías en una dirección que permita una mayor sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, tanto de la agricultura como de la industria y del crecimiento económico.
Seguidamente exponemos la situación de la bioeconomía en Andalucía y las iniciativas que se está desarrollando para implantar la bioeconomía en el sector hortofrutícola andaluz, estableciendo una estrategia de bioeconomía para alcanzar los objetivos en todo el sector agroalimentario.
El termino bioeconomía es relativamente reciente, la Comisión Europea en 2012 aprobó la Estrategia Europea de Bioeconomía dirigida a orientar la economía europea hacia un uso mayor y más sostenible de los recursos renovables.
La estrategia identificaba 5 objetivos a los que debía contribuir:
(1) Garantizar la seguridad alimentaria
(2) Gestionar los recursos naturales de manera sostenible
(3) Reducir la dependencia de los recursos no renovables
(4) Mitigar y adaptarse al cambio climático
(5) Crear empleos y mantener la competitividad de la UE.
En 2018 se presentó una actualización de la Estrategia Europea de Bioeconomía con un plan de acción para el desarrollo de una bioeconomía sostenible y circular al servicio de la sociedad, el medio ambiente y la economía de Europa. Con esta actualización se pretende acelerar el despliegue de una bioeconomía europea sostenible para maximizar su contribución a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como al Acuerdo de París sobre el cambio climático. También responde a las nuevas prioridades políticas europeas, en particular la Estrategia de Política Industrial renovada, el Plan de Acción de la Economía Circular y la Comunicación para Acelerar la Innovación de Energía Limpia, todos los cuales resaltan la importancia de una bioeconomía circular y sostenible para lograr sus objetivos. Los 5 objetivos de la estrategia de 2012 siguen siendo válidos, pero debido a las nuevas necesidades o prioridades europeas se contempla un plan de acción con 14 medidas concretas y sus correspondientes indicadores, que giran en torno a estas tres áreas: incrementar y reforzar los sectores con base biológica; implantar rápidamente la bioeconomía en toda Europa; proteger el ecosistema y entender las limitaciones ecológicas de la bioeconomía.
Hay diferentes definiciones de bioeconomía, según esta estrategia europea, se define como un sistema económico que utiliza los recursos biológicos de la tierra y el mar y los residuos como insumos para la producción de alimentos y piensos, así como para la producción industrial y energética y el uso de procesos biológicos en una industria sostenible.
Figura 1. Esquema representativo del ciclo de la bioeconomía.
Fuente: Elaboración a partir de: Secretaría técnica administrativa FONTAGRO (2016). Publicaciones/Infografía.
Aparte de la Estrategia Europea de Bioeconomía, en el ámbito comunitario existe un número de iniciativas relevantes para el desarrollo de las bioindustrias, siendo de especial importancia la Empresa Común de Bioindustrias, un partenariado público privado entre la Comisión Europea y el Consorcio de Bioindustrias para el desarrollo de la bioeconomía en Europa.
En un plano paralelo al de la bioeconomía, la economía circular se define como una economía basada en el mantenimiento del valor añadido de los productos el mayor tiempo posible de manera que se mantengan los recursos en la cadena productiva incluso cuando un producto ha llegado al final de su vida.
Se trata, por lo tanto, de un concepto estrechamente ligado a la sostenibilidad que persigue que el valor de los productos, los materiales y los recursos se optimicen reduciendo al mínimo la generación de residuos. Consiste en un nuevo modelo económico circular, basado en el principio de “cerrar el ciclo de vida” de materias primas, productos, residuos y energía.
La bioeconomía ha de formar parte de la economía circular, de manera que los recursos biológicos mantengan todo su valor en la cadena productiva, logrando en última instancia que no existan recursos sin un aprovechamiento.
Los sectores que engloba la Estrategia Europea son; la agricultura, la silvicultura, la pesca, la producción de alimentos y del papel y la pasta de papel, a parte de las industrias química, biotecnológica y energética. La bioeconomía tiene un carácter multidisciplinar y, donde se unen los conocimientos e investigaciones de muchas disciplinas como, la ecología, la biotecnología, la agronomía, la ingeniería, la nanotecnología, la ciencia de los alimentos, social y las tecnologías de la información y la comunicación.
Los indicadores actuales de determinar la importancia de la bioeconomía en Europa se determinan en base a dos valores; el número de puestos de trabajo de los sectores de la bioeconomía y la facturación o ingresos. España destaca como primer productor europeo, aunque a niveles de producción similares al de su inmediato competidor en términos de volumen de producción, Italia. En segundo lugar, existe una brecha de producción significativa entre los dos productores líderes a nivel europeo y los siguientes competidores europeos.
En cambio dentro de subsectores que componen la bioeconomía, en termino de volumen de negocio, a nivel de Europa la industria de la alimentación y bebidas son el principal subsector (36,2%, 237.460 millones €), mientras que la agricultura disminuye su importancia como sector clave (29,4%, 192.800 millones €), pero estos sectores están estrechamente ligados, pues el sector agrícola abastece de manera indispensable de inputs a la industria de la alimentación y bebidas, por lo que podemos afirmar que existe un acoplamiento completo e indivisible entre ambos ámbitos económicos (Figura 2).
Figura 2.- Volumen de negocio (%) que genera la bioeconomía en la UE por sectores (2019).
Elaboración propia. Fuente Joint Research Center
En Andalucía la actividad agraria domina la producción de bienes y servicios en el sector primario ya que esta rama de actividad suma casi la totalidad del VABpb que se genera. El VABpb en 2019 se cifró en 9.790 M€, en términos nominales, representando casi el 30% del sector en España y el 6,3% del VAB generado por el conjunto de los sectores productivos en Andalucía. Se trata de un sector con vocación exportadora, ya que el valor de las exportaciones alcanza casi el 70% del VAB generado por el sector.
La actividad agraria constituye una fuente de riqueza clave en el medio rural andaluz. En valor económico la producción agraria andaluza (€) en 2.019 fue ligeramente por encima de los 12.450 M€, donde la producción vegetal fue aproximadamente el 85% de la producción agraria (€) y el 15% restante la producción animal.
Las frutas y hortalizas en Andalucía tienen una superficie total cercana a las 123.000 ha. Esta superficie se concentra mayoritariamente en explotaciones de regadío localizadas en litoral mediterráneo, de mayor a menor: Almería (45%, aproximadamente), Granada (20%) y Sevilla (10%) en las tres primeras posiciones. Jaén es la provincia que menos superficie dedica a estos cultivos. Un 50% de la superficie total se cultiva de forma protegida (túnel e invernadero), principalmente en las provincias de Almería, Huelva y Granada.
La superficie de frutas y hortalizas invernadas generan el 15 % de la biomasa agrícola andaluza. Debido a la relevancia de este tipo de cultivos que destaca en el ámbito de la bioeconomía y la economía, las Consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio pusieron en marcha un plan en materia de gestión de restos vegetales en la horticultura. Este plan se encuentra incorporado con las actuaciones en materia de bioeconomía, ya que permite dar una solución a los restos producidos en invernaderos.
El objetivo es avanzar hacia un modelo productivo sostenible y respetuoso con el medioambiente, mediante un conjunto de medidas dirigidas hacia la gestión y reducción de los restos vegetales provenientes de invernaderos, la investigación, formación y transferencia de resultados y la gobernanza administrativa necesaria para construir un modelo sostenible para este tipo de producción agraria.
Ligada a esta actividad agraria se encuentra un potente sector agroindustrial con alrededor de 7.000 empresas que representan el 20 % del total de industrias andaluzas. Este sector tiene un tejido constituido principalmente por pymes que generan una fuente de empleo vital para el territorio rural andaluz. Algunas medidas relacionadas con la bioeconomía han sido incorporadas en el Plan Estratégico de la Agroindustria, para el fomento de la innovación en bioeconomía y economía circular.
A parte de los sectores mencionados anteriormente hay que tener en cuenta el potencial de la industria química para contribuir al desarrollo de la bioeconomía ya que puede tener un impacto positivo en la conversión hacia industrias químicas sostenibles. Esta industria en Andalucía emplea a unas 7.100 personas y genera una cifra de negocios de 6.600 millones de euros generados principalmente por la producción de compuestos básicos de química orgánica, fertilizantes y jabones.
Entre esta gran diversidad de sectores, cabe destacar otro sector relevante para la bioeconomía como es el sector bioenergético. En concreto Andalucía está a la vanguardia del uso de la biomasa con fines térmicos con un total de 27.000 instalaciones y 11 plantas de carburantes siendo la comunidad líder de producción de biocombustibles y de la generación eléctrica a partir de biomasa sólida y cogeneración contando con centrales con una potencia instalada de 257 MW. Además, la generación eléctrica a partir de biogás genera unos 30 MW de potencia que se incorporan en su mayoría a la red eléctrica.
Tradicionalmente, la biomasa ha sido transformada para su aprovechamiento en alimentación animal, compostaje, industria textil, y como fuente de energía térmica. Hoy en día estas aplicaciones tradicionales, debe combinarse con la innovación para obtener productos de alto valor añadido. Para ello Andalucía cuenta con diez Universidades públicas, 2.000 grupos de investigación y 25.000 investigadores, además de varios Campus de Excelencia Internacional y centros tecnológicos. En concreto, la biotecnología (entendida como la aplicación tecnológica que emplee sistemas biológicos o sus partes para la modificación de productos y procesos) tiene un peso importante en el desarrollo y la innovación referidos al ámbito de la bioeconomía.
En Andalucía la biotecnología es un área de desarrollo transversal y multidisciplinar que resulta clave para los diferentes ámbitos de interés de la bioeconomía.
El gasto andaluz en actividades de I+D en biotecnología alcanzó en 2020 los 226,9 millones de euros, 19,6 millones más que en 2019, lo que supone un crecimiento interanual de un 9,46%. Si se compara con el ejercicio 2018, el incremento en la inversión en Andalucía ha sido del 22,46%. Asi mismo, el personal dedicado a I+D en el sector biotecnológico andaluz creció un 9,78% en 2020, mientras que la media nacional lo hizo un 1,18% (Agencia Andaluza del Conocimiento, 2021).
Andalucía mantuvo en 2020 su posición como tercera región que más invierte en actividades biotecnológicas de I+D, por detrás de Cataluña y Madrid, con un 11,02% del total del gasto nacional.
En 2020 el personal empleado en actividades de investigación en biotecnología en Andalucía ascendió un 9,78%, hasta las 3.462 personas. El incremento con respecto al ejercicio 2018 fue del 16,48%, lo que revela la buena salud de este sector, en el que el empleo crece tanto en el sector público como en el privado.
En las empresas andaluzas aumentó un 6,54% el número de personas dedicadas a I+D biotecnológica, hasta las 1.057 personas, mientras que en el conjunto de España este indicador ascendió solo un 0,39%. En los centros de investigación y universidades el personal centrado en estas actividades creció un 11,27%, hasta las 2.404 personas, cuando el total nacional experimentó un alza del 1,54%.
En el sector biotecnológico andaluz existe además igualdad de género en el empleo, ya que su personal está compuesto por un 51,9% de mujeres y un 48,9% de hombres. Las mujeres representan el 50,33% del personal investigador y el 54,13% del personal técnico-auxiliar.
Andalucía es la tercera comunidad autónoma, tras Cataluña y Madrid, en personal empleado en la investigación en biotecnología, tanto en el sector público como en el privado
El objetivo general de la aplicación de la bioeconomía en Andalucía es contribuir al crecimiento y desarrollo sostenibles de Andalucía impulsando actuaciones dirigidas al fomento de la producción de recursos y de procesos biológicos renovables.
Figura 4.- Esquema de los objetivos general y estratégicos y líneas estratégicas contemplados en la Estrategia de Bioeconomía en Andalucía.
A nivel andaluz destaca el mayor peso relativo de la agricultura en comparación con la industria de la alimentación y bebidas, lo cual subraya la importancia de la agricultura en Andalucía no sólo como sector proveedor de la industria agroalimentaria sino por su propio peso en términos de volumen de facturación.
Figura 5.- Representación de los principales sectores de la bioeconomía y sus principios motivadores. Fuente: Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular.
En 2016 se aprueba la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular que tiene como horizonte 2030. Esta estrategia deberá procurar un crecimiento sostenible abordando de manera transversal, multidisciplinar y multisectorial, las soluciones a los retos de la sociedad actual”. Se debe garantizar una explotación sostenible de los recursos, mitigando los efectos negativos sobre el clima, evitando la pérdida de biodiversidad y fomentando el uso de energías renovables con reducción de la dependencia de combustibles fósiles y la obtención de nuevos productos con valor añadido, bien destinados a la alimentación u otros usos”.
La valorización de los recursos biomásicos derivados de las cadenas de producción constituye la base de múltiples soluciones tecnológicas innovadoras para la obtención de nuevos recursos o productos y el desarrollo de nuevos procesos
Con la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular se contribuye al desarrollo de iniciativas de gran relevancia mundial, que dan respuesta a los desafíos globales. En concreto, a la Iniciativa Mundial sobre la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos de la FAO, a la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU) y al Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
La bioeconomía tiene un potencial de afianzar el vínculo entre la población y su entorno, fundamental en Andalucía. El 37% de la población en Andalucía vive en el medio rural, siendo este territorio el 90% de la región. Andalucía presenta un medio rural vivo y con grandes posibilidades de desarrollo acompañado de un potente sector primario generador de recursos biológicos con aplicaciones en bioeconomía.
La bioeconomía, no solo tiene un enorme potencial de desarrollo, sino que ya contribuye a las macromagnitudes más importantes de la economía andaluza y europea. En Andalucía da empleo a unas 300.000 personas y casi 30.000 M€ de volumen de negocios, donde la agricultura en 2019 supuso un 73% y 34%, del total de empleos y facturación, respectivamente (Figura 7).
Figura 7.- Volumen de negocio de la bioeconomía en Andalucía expresado en %.
Elaboración propia. Fuente Estrategia Andaluza de Bioeconomía.
Los valores económicos debidos a la bioeconomía han ido aumentando en los últimos años, incrementándose en todos los sectores alcanzado casi los 30.000 millones de €.
Subsector | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 | 2014 |
Agricultura | 9.207 | 9.754 | 9.373 | 8.348 | 10.569 | 9.537 |
Silvicultura | 430 | 429 | 459 | 421 | 332 | 351 |
Pesca y acuicultura | 297 | 267 | 277 | 260 | 271 | 267 |
Industria de la alimentación, bebidas y tabaco | 13.432 | 13.092 | 13.235 | 13.646 | 13.901 | 14.479 |
Industria textil de base biológica | 458 | 477 | 433 | 375 | 381 | 441 |
Industria de productos y muebles de madera | 962 | 951 | 836 | 767 | 724 | 744 |
Industria del papel | 772 | 810 | 913 | 931 | 969 | 787 |
Industria química, farmacéutica, de los plásticos y del caucho | 359 | 393 | 388 | 408 | 428 | 442 |
Industria de los biocombustibles | 276 | 334 | 452 | 1.241 | 1.344 | 1.114 |
Producción de bioelectricidad | 75 | 86 | 178 | 188 | 235 | 232 |
Total | 26.267 | 26.592 | 26.545 | 26.584 | 29.154 | 28.394 |
Andalucía cuenta con importantes sectores generadores de biomasa si bien la mayoría de sus usos se dirigen al aprovechamiento energético. Esto supone una oportunidad, junto a un consolidado sector biotecnológico que puede buscar nuevas posibilidades para el aprovechamiento de la biomasa y su integración como materia prima en determinadas cadenas de valor. En este ámbito es necesaria la caracterización en profundidad de la biomasa disponible y conocer qué potenciales productos pueden tener un encaje en el mercado para facilitar la transición de las industrias andaluzas hacia la bioeconomía.
Andalucía genera un importante volumen muy diverso de biomasas, como corresponde a la variedad de cultivos que la genera, presentando peculiaridades y especificidades, así como características físico-químicas que han de analizarse y que determinan su uso, actual y potencial, así como su logística, las tecnologías más adecuadas para su aprovechamiento y el tipo de bioproductos que se obtienen de ellos. En el gráfico que aparece a continuación se muestra su importancia por grupos de cultivos (Figura 10).
Figura 10.- Cantidad de biomasa generada según los cultivos.
En Andalucía los cultivos energéticos, practicamente han desparacido su cultivo, debido a distintos factores como la competencia por el uso del suelo y otros recursos (agua, insumos, etc.), la pérdida de biodiversidad por la introducción de especies alóctonas, el balance energético negativo, los problemas para su valorización energética y la carencia de un marco regulatorio claro y estable, con la eliminación de ayudas públicas que favorecieran su implantación.
Es necesario una adecuación de las infraestructuras y la logística asociadas a las nuevas cadenas de valor de bioproductos, si que sea este factor limitante en el Desarrollo de la bioeconomía. Es necesario estudiar las posibles simbiosis o sinergias industriales para los futuros desarrollos logísticos, así como la proximidad de zonas de transformación de biomasa y zonas de producción, también la presencia de centros de acopio adecuados para determinadas cadenas de valor.
Los procesos industriales de transformación y la capacidad productiva de bioproductos constituyen elementos esenciales para el desarrollo de la bioeconomía. En concreto, nuestra región presenta diferentes modelos de bioindustrias, pero es necesario generar modelos de negocio sostenibles para las bioindustrias que se basen en industrias agroalimentarias existentes para maximizar su eficiencia.
En la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular, es importante que los potenciales mercados de destino para los bioproductos como los usuarios finales deben participar y conocer las posibilidades que ofrece la bioeconomía mediante acciones dirigidas por parte del conjunto de agentes y actores de estos nuevos modelos productivos. La certificación de bioproductos, una regulación y promoción adecuadas son necesarias para la implantación eficiente de los estos nuevos productos y servicios.
Todo ello ha de verse apoyado de modo transversal por un sólido sistema de I+D+i+F dónde la generación de conocimiento y su transferencia han de sustentar los nuevos modelos productivos. Esta innovación ha de aportar soluciones reales a las necesidades detectadas y constar de los recursos requeridos para la generación de desarrollos tecnológicos. Además, los instrumentos financieros presentes para el desarrollo de la bioeconomía han de adaptarse a los requerimientos específicos de la bioindustria con el fin de potenciar la inversión en bioeconomía. Es clave el aprovechamiento de los recursos europeos, nacionales y regionales en materia de bioeconomía, así como la creación de marcos para la colaboración público-privada que aseguren negociaciones mutuamente beneficiosas para sus participantes.
Es necesaria un diálogo y cooperación entre los diferentes agentes del sector que permita la colaboración eficiente y la identificación de sinergias para la elaboración de iniciativas conjuntas. A su vez la cooperación interadministrativa ha de velar por el establecimiento de marcos regulatorios que faciliten la extensión de la bioeconomía por medio de la coherencia y la estabilidad. Por último, pero no por ello menos importante, la comunicación al conjunto de la sociedad de las oportunidades de la bioeconomía, así como su urgencia y necesidad es la tarea más importante para lograr una implicación real en este camino de transición.
Ante esta situación, el objetivo principal de la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular es claro; contribuir al crecimiento y desarrollo sostenibles en Andalucía impulsando actuaciones dirigidas al fomento de la producción de recursos y procesos biológicos renovables. Para la consecución de este objetivo existen tres objetivos estratégicos; incrementar la disponibilidad de biomasa sostenible para su aprovechamiento mediante tratamientos innovadores, aumentar el número de bioindustrias y biorrefinerías en Andalucía e incrementar los mercados y el consumo de bioenergía. Esto se conseguirá mediante el establecimiento de líneas estratégicas y medidas concretas desarrolladas mediante grupos de trabajo que abarcan la producción de biomasa, la transformación, el conocimiento y la Administración.
La región posee los recursos y capacidades necesarios para el desarrollo de la bioeconomía debido a la presencia de tres factores claves; una abundante producción de biomasa, la presencia de un sector industrial desarrollado y una extensa red de conocimiento. Por ello, tenemos la responsabilidad común de perseguir un cambio en la cultura productiva regional que promueva un desarrollo sostenible conectando la economía y la ecología.
AGRADECIMIENTOS
Este proyecto está financiado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a través del Programa de Ayudas a Grupos Operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas, con Fondos Europeos Agrícola de Desarrollo Rural.
Estrategia Española de Bioeconomía: Ministerio de Economía y Competitividad; http:// agripa.org/.
Instituto Nacional de Estadística (2021): Encuesta sobre la estructura de las explotaciones agrícolas.
Junta de Andalucía. (2016a). Informe sobre “El Sector Hortofrutícola en Andalucía para su internacionalización”. Extenda, Agencia Andaluza de Promoción Exterior. 248 pg.
Junta de Andalucía. (2016b). Líneas de actuación de las Consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en materia de gestión de restos vegetales en la horticultura de Andalucía. 45 pg.
Junta de Andalucía. 2017. Estrategia Andaluza de Bioeconomía.
Lainez, M., Periago, M.J. Arribas N, Meneses Lainez, C, González, M. Aguilar, J.M. Vela, C. 2018: «Spanish strategy on bioeconomy: Towards a knowledge based sustainable innovation»; en N Biotechnol. 25(40[Pt A]); pp. 87-95.
Lainez, M.; González, J. M.; Aguilar, A. y Vela, C.(2018): «Spanish strategy on bioeconomy: Towards a knowledge based sustainable innovation»; en N Biotechnol. 25(40[Pt A]); pp. 87-95.
Lokko, Y.; Heijde, M. y Schebesta, K. (2018): «Biotechnology and the bioeconomy – Towards inclusive and sustainable industrial development; en New Biotechnology (40, Part A); pp. 5-10.
Mediterráneo Económico 31 | ISSN: 1698-3726 | ISBN-13: 978-84-95531-89-6 117. La bioeconomía como oportunidad para la economía española. La visión desde el Observatorio de Bieconomía. Publicaciones Cajamar Caja Rural. 2018; pp 95-117.
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. 2011. Resumen del Plan Estratégico de Renovables 2011-2020. 64pp.
Ministerio de Economía y Competitividad. 2015. Estrategia Española de Biotecnología: Horizonte 2030. 46pp.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 2021. Encuestas ganaderas, 2021. https://www.mapa.gob.es/es/estadistica/temas/estadisticas- agrarias/resultados_mayo2021_porcino_tcm30-576050.pdf
OECD International Futures Programme (2006). “The bioeconomy to 2030: designing a policy agenda. Scoping paper”. http://www.oecd.org/futures/long- termtechnologicalsocietalchallenges/ 36887128.pdf
Reglamento (UE) 2017/1432 de la Comisión, de 7 de agosto de 2017, relativo a la comercialización de productos fitosanitarios.
Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Ministerio de Economía y Competitividad. 2015. “Estrategia Española de Bioeconomía. Horizonte 2030”.
Te puede interesar...
“Este proyecto ha sido subvencionado mediante el Fondo Europeo de Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), por la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural”