Ley 3/2023, de 30 de marzo, de Economía Circular de Andalucía

Esta Ley andaluza resulta de gran importancia en el ámbito de las Comunidades Autónomas ya que es de las primeras normativas regionales en materia exclusiva de economía circular. Es un gran avance en esta área puesto que aporta una mayor seguridad jurídica en las actuaciones y toma de decisiones en favor de esta parte de la sostenibilidad.

La finalidad de la Ley es crear un marco normativo adecuado para el desarrollo de la economía circular en Andalucía, estableciendo las bases para la transición transversal hacia un nuevo sistema de protección ambiental más eficiente en el uso de los recursos. El sistema debe de aumentar el tiempo de vida del valor de los productos, materiales y recursos, y reducir la generación de residuos al mínimo.

Así mismo, se pretende posicionar en el centro de las políticas de economía circular a las personas y las empresas para que desempeñen un papel activo como corresponsables y copartícipes junto a las Administraciones públicas en los beneficios de la economía circular para el desarrollo económico y social, la salud y la lucha contra el cambio climático.

Con esta idea, se crean organismos especializados, como la Oficina Andaluza de Economía Circular, e instrumentos de acción, como la Estrategia Andaluza para la Economía Circular, centrados en el impulso de los objetivos establecidos en la Ley mediante la adopción de medidas, plataformas y mecanismos de control.

Específicamente en el ámbito de los alimentos, nutrientes y bioproductos (regulado en su Capítulo V, artículos 50 a 58), la Oficina Andaluza de Economía Circular deberá activar mecanismos de coordinación necesarios con el objetivo de:

  • Impulsar la aplicación de los principios de economía circular en la bioindustria, para la mejora del aprovechamiento de todos los efluentes de sus ciclos productivos.
  • Fomentar la simbiosis industrial entre las actividades generadoras de biorresiduos y aquellas que los valorices, transformándolos en bioenergía o bioproductos.
  • Coordinar y planificar las medidas para la reducción del desperdicio alimentario. Esta es una meta destacada por lo que se pretende integrar en la producción primaria, la transformación y fabricación, la venta minorista y otros tipos de distribución de alimentos.
  • Contribuir al crecimiento y desarrollo sostenible de Andalucía, impulsando actuaciones de producción de recursos y procesos biológicos renovables.
  • Otro aspecto importante, encargado a las Consejerías competentes, es la planificación en la gestión de fitonutrientes y en el aprovechamiento de recursos biomásicos, con el fin de asegurar la mayor sostenibilidad posible en su uso y estimular su recuperación de los mercados.

Con motivo del grado de innovación que requieren las acciones, es fundamental el apoyo a la investigación (se dedica especialmente a ello el Título VI). Es por ello que también se recoge el deber de la Junta de impulsar la formación, la educación, la investigación, el desarrollo tecnológico, la transferencia de conocimiento y la innovación en la generación y aplicación de nuevos conocimientos sobre economía circular a lo largo de la cadena de valor.

Más información: Ley 3/2023, de 30 de marzo, de Economía Circular de Andalucía. (boe.es)

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“Este proyecto ha sido subvencionado mediante el Fondo Europeo de Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), por la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural”